¡Viva! Lectura y Cultura
Un espacio dedicado a “leer la vida”, fue el que tuvieron los paisas desde el viernes 11 de septiembre y que finalizó el domingo 20 con la lectura de poemas a las 8:00 p.m.; diez días de la que fue la 9° Feria del Libro y la Cultura.
Este espacio, para quienes tuvieron la oportunidad de asistir y disfrutarlo podían ver que además de su tema de este año “leer la vida”, fue un espacio dedicado a la inclusión, con actividades para todas las edades y todos los gustos; juegos, conferencias, lanzamientos de libros, circo, manualidades, stands universitarios, ventas y fotografías.
En cada rincón de la Feria se encontraban personas o herramientas para informar a los visitantes y que estos encontraran el lugar al que querían ir, programación, mapas, reseñas de invitados, boletines y personas con escarapelas para acudir a ellas en caso tal de necesitar ayuda.
Además del Jardín Botánico este año la Feria se tomó la calle Carabobo; un gran letrero “FERIA DEL LIBRO” era el encargado de darles la bienvenida a sus visitantes y aunque este espacio estaba dedicado a la inclusión y todos los gustos, desde la entrada se podía ver el énfasis y la fuerza que le hicieron los organizadores a la visita de niños y jóvenes; al entrar la primera fase era “Medellín Lectura Viva” un espacio para el disfrute de niños y jóvenes, talleres, manualidades, juegos y aprendizaje, uno de los que más llamó mi atención, el lenguaje de señas.
Seguido al espacio dedicado a los niños y jóvenes, estaba el “Museo en la Calle” una exposición que ilustraba obras de escritores colombianos, con un pequeño fragmento de la obra ilustrada y su actor; allí pude observar que era un espacio de interés para los jóvenes, tal vez porque las obras eran muy llamativas o simplemente porque el paso por allí era obligado para pasar al bibliocirco o las editoriales universitarias.
En la misma calle Carabobo se encontraban las editoriales universitarias y el salón iberoamericano del libro universitario, donde de podían encontrar libros, periódicos y publicaciones de todos los gustos. Allí me encuentro con una mesa llamada “Periódicos Universitarios” pero al acercarme, solo encuentro a ‘Contexto’ de la Universidad Pontificia Bolivariana, y me pregunto ¿fue el único periódico universitario que se interesó por hacer presencia en este evento tan importante de la ciudad o es poco interesante y todos se acabaron menos ese?
En el salón del libro infantil y juvenil encuentro muy atractiva y llamativa su decoración, sobre todo para niños y jóvenes; los piratas, toda la entrada estaba decorada con barcos y piratas, al entrar a este espacio se encontraba con muchos barcos y niños de todos los tamaños, olores y colores jugando allí, al avanzar solo puedo pensar en ese olor a pañal y crayola que invadía este espacio, pero en vez de fastidiarme me gustaba, ver que los padres llevaban a sus hijos a conocer este espacio de aprendizaje y cultura, fomentando en ellos la lectura, me llenó de felicidad, no importando que muchos de estos niños no leyeran por jugar o solo porque no sabían, el solo hecho de estar allí me decía que en mi ciudad se está fomentando el gusto por la lectura y la cultura en jóvenes y niños.
Me dejé contagiar por este espacio y sin ser parte de los organizadores me dediqué un rato a disfrutar con los niños, jugar y recorrer este lugar; aunque llovía y hacía frío, con un granizado de calle, lleno de color y lechera en mi mano me dedico a ver cómo los padres se sientan con sus hijos alrededor, en los pasillos y mangas a leer y jugar con ellos, me alegra y lo disfruto, aunque me pregunto si esto lo harán siempre o solo por ser la Feria, me respondo interiormente y ante la respuesta interna no muy alentadora doy media vuelta y continúo mi recorrido por esta Feria que por momentos se ponía como una procesión para ir de un lugar a otro.
